martes, 28 de febrero de 2012

Espantapajaros


No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!”... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.


Oliverio Girondo

jueves, 23 de febrero de 2012

martes, 21 de febrero de 2012

Como un gorrion que pinta de arcoiris
con hojas y gotas un cielo celeste,
veces azul rayado o naranja cuadriculado..
Volas entre colores,
flotas entre retazos de alegria,
y en ese amanecer de imagenes de tu alma,
el gorrion te silba al oido
una melodia azul del sol...

los niños están siempre allí..



Asomarse a la música de Roberto Schumann es como asomarse a su alma. Esto, que resulta válido para con la mayoría de los románticos, adquiere en el caso del músico alemán una dolorosa profundidad. Dolorosa sí, pero cuán dulce y bella. Música escrita en momentos inefables, esos momentos que sólo los santos y los artistas viven. Esos momentos de total comprensión del universo cuando, ante la majestad de todo lo creado se descubre, asimismo, la lastimosa pequeñez de la vida humana. Schumann, obsesionado por la angustia de una existencia falta de equilibrio, presintiendo acaso la locura que habría de asirlo, como a Nietzsche, en sus últimos años, se vuelca hacia el mundo interior, un mundo que su espíritu y su arte crean, un mundo distinto del triste mundo que le revelan sus sentidos. Porque la música es como un cosmos que nos abarca a todos; esfera dentro de otra, contenida, sí, pero no confundida. Esfera que, por obra de genios como Schumann, nos llega ahora, brotando de un teclado, para acercarnos a su drama, a su belleza. Si existe un don divino del artista, ese don no es su arte, conquista humana; ese don es la entrega generosa que el artista hace de su cosmos, para que el resto de los hombres pueda inclinarse sobre él, y maravillarse, y sentirse un poco por encima del panorama cotidiano. Schumann confía a la música todos sus tesoros interiores. La música nos lo trae ahora, como un hondo legado de belleza.

Estas Escenas infantiles que vais a escuchar dentro de un momento, son quizá la obra más pura de Schumann. “Escenas infantiles”. Su nombre es ya un enunciado cristalino. Resulta casi increíble saber que fueron compuestas en momentos de intensa depresión sentimental, cuando Schumann se sentía al borde de la angustia, y se aferraba a su piano y a las ideas que cantaban en su corazón para no dejarse arrastrar por un torbellino, uno de esos torbellinos que, en una sensibilidad hipertrofiada como la suya, lo conducían hacia el espejismo engañoso del suicidio. Para huir de eso, para rechazar los primeros aletazos de la locura, Schumann escribe la música, y brotan los Conciertos, el CarnavalManfredoLas mariposas, y estas infinitamente claras Escenas infantiles que son un rayo de sol en la atormentada atmósfera de su arte.

Habéis leído los nombres de los trozos –cuya pequeñez tiene la perfección de las piedras talladas, y que nada ganarían con mayor longitud. Nombre que hablan claro en el espíritu del oyente: asomo de la intención que guiaba a Schumann al crearlas. Porque estas Escenas infantiles significan un inclinarse sobre ese mundo tan particular y tan delicado que es el mundo de los niños. Mundo donde las proporciones no son la que nosotros aceptamos,; donde el miedo al cuco representa mucho más que la filosofía de Kant, y donde un juguete es más codiciable que un alto puesto o una mina de carbón. Mundo al que sólo podemos entrar llevando el amor por llave; el amor hacia el niño, hacia sus dimensionas tan suyas. Mundo que Schumann, con esa magia tan propia del músico, nos revela y nos aclara. Ved esos nombres: “De países y hombres extraños”, que encierra quizá ese sentido de lo remoto, de lo desconocido, tan penetrante en los niños, y que explica su gusto por los relatos fantásticos; “Curiosa historia”, “Jugando al gallo ciego” –juegos, relatos, eso es la esencia infantil, ése es su pequeño paraíso de breves años, que pierde luego por otros menos dulces-, “niño implorando”, “Alegría perfecta”, “Un gran acontecimiento”, menciones que iluminan momentos de toda vida infantil; el deseo de ir al circo, la dicha de un postre ambicionado, el nacimiento de un hermanito... Todo esto late, todo esto se agita en las escenas que intento definir; ved estos otros títulos: “Ensueño”, “Junto al fuego”, “Cabalgando el caballito de palo”... Y, como interrumpiendo la juguetona serie de esbozos, una evocación recogida: “Casi demasiado serio”... Ah, pero no es más que el título; los niños están siempre allí, fingiendo una gravedad que pronto se romperá con regreso a su ingenua condición.

¿Por qué? Pues vedlo: “Viene el cuco”. Asistimos al diálogo delicioso entre la ternura y el miedo, entre una madre que debe corregir y un niño que, a pesar de su miedo momentáneo, reincide en la travesura...

El paseo está concluyendo. Cansado de jugar, “El niño se duerme”. Tal es el nombre del último trozo dedicado a ese universo de juguetes y risas de poesías. El músico –el poeta- cierra las puertas del mundo de los niños. Lo hace dulcemente, con palabras que os llegarán al corazón porque han nacido de un corazón que amó mucho, y sufrió mucho, y tuvo el destino desgraciado de aquellos que son demasiado grandes para vivir nuestra pequeña vida humana. Pero que no se van sin dejarnos, a manera de un mensaje lleno de belleza, obras como la que vais a escuchar, interpretada por un artista que ama a Schumann, lo comprende, y quisiera que todos lo amarais y comprendierais como él.
Julio Cortázar (1914-1984)
*escrito en el año 1938

lunes, 20 de febrero de 2012

- Mira el cielo - dijo, y fue un cambio tan súbito de tema que miré hacia arriba. Había algunos cirros fragmentados, muy altos, y los primeros rayosde luna plateaban los bordes.
- Una noche preciosa - comenté.
- ¿Es perfecta ? - Bien, siempre es perfecta, Don.
 - ¿Quieres decir que el cielo siempre es perfecto, a pesar de que cambie cada segundo ?
- Caray, que listo soy. ¡Sí !
- Y el mar siempre es perfecto, y también cambia constantemente - agregó
-. Si la perfección es el estancamiento, ¡ el cielo es una marisma ! Y lo que Es no está aficionado a las marismas.

domingo, 19 de febrero de 2012

perdido en el tiempo



sentirse libre, libre como una canción
sentir tu alma, sentir el infinito
mirar el cielo, el cielo azul, repleto de estrellas
sentirse una luz, dejar flotar tu mente
olvidarse de la realidad por completo,
y sentirse parte del universo
suspirar, cerrar los ojos...
y seguir volando, como una gaviota o un mirlo
esperar a la luna, con toda su armonía
y soñar...
sentir la cálida brisa en tus manos
alimentar el espíritu con sueños
entrar al cuarto de la imaginación
dejarse llevar por cada melodía,
por cada color, cada nube...
escuchar el sonido del viento,
de las aves que nadan en el cielo..
ver los rayos del sol,
chocando sobre cada flor
y logrando estar en cada lugar..
sentirse como una mariposa, o una ola en el mar
sentirse como uno es, sentirse vivo
disfrutar cada pequeña maravilla del mundo,
y seguir soñando...

sábado, 18 de febrero de 2012

Ella debe ser como quiere ser...

Quisiera una canción para un amigo,
que no puede salir de la melancolía eterna de sufrir
de amor...

Y busca en cualquier parte y hace todo para amarte
sin embargo nunca pide perdón.
Sueña que vos sos como quiere él
y así todo lo va a perder.
Miente y se equivoca cada vez que abre la boca
y hace todo para mostrar que fiel
para colocrate en la cárcel de su ser.
...
(mambo!)
...
Quisiera una canción para un amigo,
que no puede salir de la melancolía eterna de sufrir
de amor...

Si quieres un consejo no la cuides desde lejos
ni le digas lo que tiene que hacer
ella debe ser como quiere ser
y eso ya lo tienes que ver
Rompe las cadenas que atan a la eterna pena de ser hombre y de poseer 
es un paso grande en la ruta de crecer.

viernes, 17 de febrero de 2012


Pasamos de un mundo a otro
casi exactamente igual,
olvidando en seguida de donde
habíamos venido, sin
preocuparnos hacia donde
íbamos, viviendo solo el
momento presente.

jueves, 16 de febrero de 2012

Y el fantasma tuyo sobre toodo..




Luis Alberto Spinetta
--¿Cómo surge la idea de hacer un trabajo en conjunto entre Charlie y vos?
Luis:--Yo, personalmente, estoy interesados en la fusión de elementos, de músicos, de corrientes… y pienso que por la trayectoria de Charly, o por la trayectoria de Serú Girán, y por la mía propia, va a dar para hacer algo que mate!… En eso estamos. No existe otra intensión más allá de esa. Es decir, reunir dos grupos que gozan de un alto impacto en la gente y hacer que sea un espectáculo masivo y que la gaste!
--Mucha gente piensa que hay una competencia entre vos y él…
Luis:--Si hay mucha gente que siempre trató de separar García de Spinetta: a ver quien es mejor, a ver quien tira mejor onda. Eso es una pavada. ¡Es la apología de la estupidez! No le hace bien a nadie y no sirve para nada. Al contrario. Agrega confusión. Muchas publicaciones utilizan dos figuras importantes como pueden ser Charlie García y Spinetta simplemente para vender páginas. Todas las confusiones nacen de su propia imaginación. Ellos suponen que Spinetta es una especie de gurú inclaudicable y que Charlie García es una especie de chancletero pernicioso. En este concierto vamos a demostrar que somos dos profesionales y que nos podemos juntar en un proyecto, y hacerlo y romper todo! Así se aclaran muchas cosas, si es que estaban confusas.
Charlie García
"Un día nos juntamos en un bar con Luis a conversar sobre la posibilidad de hacer un recital juntos. Hacía mucho tiempo que se había hablado – para el festival del amor, por ejemplo – de esa posibilidad, pero nunca se llegó a nada concreto.
Tanto a él como a mí nos pareció que sería bueno hacerlo ahora, con un buen nivel, y muy tranquilos. A veces, a Luis le gritan cosas sobre mí en los recitales, o a Pedro, cuando toca con Jade. Y a mí me pasa otro tanto, pibes que se acercan a hablarme en contra de Luis. Es como si siempre hubiera habido un mito de la competencia entre los dos.
Yo lo único que quiero es que sea un recital donde toquen juntos dos tipos que se respetan mucho musicalmente, con un ambiente sencillo, no como un súper show, ni nada de eso. No queremos que se cargue de expectativas. Somos dos tipos con bastante experiencia musical y vamos a juntarnos a tocar. Dos tipos igualmente apasionados con lo que hacen, que están tratando de evolucionar continuamente.
La idea, por ahora, es que primero toquemos los dos solos, yo en teclados y Luis en guitarra, y cantemos cuatro o cinco temas, los que más me gustan de él, y los míos que más le gustan a él. Después tocaría Serú Girán, quizás con Luis como invitado, y Jade conmigo como invitado. Y para cerrar el recital, los dos grupos armarían una cosa juntos. Creo que puede salir mucha buena música de todo esto."
Fuentes: "Revistas “Expreso imaginario” (N° 150 / 1980) y “Revista Pelo” (N° 135 / 1980)"

miércoles, 15 de febrero de 2012

Los locos dan festines... 
los cuerdos son los invitados 

Los locos viven inventando mundos... 
y los cuerdos viven en mundos inventados 

Los locos crean castillos... 
y los cuerdos los habitan 

Los locos son mitad cielo y mitad tierra... 
los cuerdos son sólo tierra 

Los locos son personajes... 
y los cuerdos son actores 

Los locos son poesía... 
y los cuerdos quienes redactan 

Los locos son la pintura... 
y los cuerdos sólo pintan 

Los locos viven en muchos mundos... 
y los cuerdos sólo viven en la tierra 

Los locos se sienten libres... 
y los cuerdos... los encierran...