viernes, 23 de enero de 2015

Entre hormigón

No saben lo que entiendo
No entienden lo que pienso
No piensan lo que dicen
ni dicen lo que sienten
No sienten lo que viven
No viven como quieren
ni quieren esperar
No esperan encontrar
No encuentran lo inmoral
ni buscan la verdad
ni ríen de verdad
No ven lo que miran
No miran lo que escuchan
ni escuchan lo que vuelven a sentir
Viven sin saber
Corren 
sin
saber
Viven apurados
Corran pies, corran
(si es en la arena, mejor)

domingo, 28 de diciembre de 2014

Suave
renace un aire en tus ojos
que iluminan pasos diferentes.
Los rostros enloquecidos adentro
han comenzado un descanso
un reflejo dentro tuyo que se insinúa perpetuo.
Hueles a nube
tus caricias irán calmándome.
El destino es loco y anciano
No dejará de perder
una costumbre de nosotros.
Cuando las horas pasen 
no habrá memoria
y reiremos saludándonos


martes, 7 de mayo de 2013

Me gusta el color a nuevos soles que dejaste bajo mi piel,
y los garabatos de libertad que dibujaste dormida,
la continua brisa del tiempo nos encontrara en otros cielos,
ya no seran mis ojos, ni tu brillaras de igual manera ante la luz desconocida...

lunes, 24 de diciembre de 2012

Vos entendiste el silbido del viento
y te bajaste muy a tiempo,
pero yo no,

yo me quede aquí,
oyendo mi corazón
que perdió el ritmo y las ganas de latir..

y volando contra el viento,
que cambió de dirección,
solo oigo lluvia a mi alrededor..

Ya no es de colores el cielo,
y recién ahora, muy tarde ya,
comprendo la dulce canción del viento..


                                                                                                     .l.p.

jueves, 13 de diciembre de 2012

jueves, 6 de diciembre de 2012

SOCIETY

Sólo el turbio mote del alma acorralada y absurda diluyendo su semen entre las carnes débiles del barro. Los árboles corrompidos que angostan la luz de la ventana. La carta quemada en el hogar del hielo. Más allá de la población épica la que luce los colores de la guerra la bastarda peregrinación la imaginería humana. Y alojados y embebidos en la triste comedia placeres pagados en oro horas de cocktails deseos de asesinar en el aburrimiento.

lunes, 3 de diciembre de 2012



Digamos que te alejas definitivamente

Hacia el pozo de olvido que prefieres,
Pero la mejor parte de tu espacio,
En realidad la única constante de tu espacio,
Quedará para siempre en mí, doliente,
Persuadida, frustrada, silenciosa,
Quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
Tu corazón de una promesa única
En mí que estoy enteramente solo
Sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
Pacientemente agrio, de invencible ternura,
Ya no importa que use tu insoportable ausencia
Ni que me atreva a preguntar si cabes
Como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
Desgarradoramente idéntica a las otras
Que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
De mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
No tener oración para morder,
No tener fe para clavar las uñas,
No tener nada más que la noche,
Saber que Dios se muere, se resbala,
Que Dios retrocede con los brazos cerrados,
Con los labios cerrados, con la niebla,
Como un campanario atrozmente en ruinas
Que desandará siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
Todos los juramentos y las lluvias,
Las paredes con insultos y mimos,
Las ventanas de invierno, el mar a veces,
Por no tener tu corazón en mí,
Tu corazón inevitable y doloroso
En mí que estoy enteramente solo
Sobreviviéndote.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Puedes querer el alba
Cuando ames.
Puedes
Venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
Cuando éstas lleguen, como siempre,
Anunciándote.
Puedes
Venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
Sola en su azar
Quemando
Y tu dueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
Cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
Tú estarás
Y volverá a gemir el tiempo giratorio
Y los labios dirán
Esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
Penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
Reconocer tu tibio corazón sin excusas,
Los cuadros persuadidos,
Saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
Y el momento de la espuma y el sol
Que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
Y el momento del sueño y el amor
Que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
Tú estarás,
Tibia estarás al alcance de mis ojos,
Lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
Pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
Sin que tú le prometas horizontes de niebla,
Sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
Aunque contigo traigas
Dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
De tu cielo hacia mí.