lunes, 24 de diciembre de 2012

Vos entendiste el silbido del viento
y te bajaste muy a tiempo,
pero yo no,

yo me quede aquí,
oyendo mi corazón
que perdió el ritmo y las ganas de latir..

y volando contra el viento,
que cambió de dirección,
solo oigo lluvia a mi alrededor..

Ya no es de colores el cielo,
y recién ahora, muy tarde ya,
comprendo la dulce canción del viento..


                                                                                                     .l.p.

jueves, 13 de diciembre de 2012

jueves, 6 de diciembre de 2012

SOCIETY

Sólo el turbio mote del alma acorralada y absurda diluyendo su semen entre las carnes débiles del barro. Los árboles corrompidos que angostan la luz de la ventana. La carta quemada en el hogar del hielo. Más allá de la población épica la que luce los colores de la guerra la bastarda peregrinación la imaginería humana. Y alojados y embebidos en la triste comedia placeres pagados en oro horas de cocktails deseos de asesinar en el aburrimiento.

lunes, 3 de diciembre de 2012



Digamos que te alejas definitivamente

Hacia el pozo de olvido que prefieres,
Pero la mejor parte de tu espacio,
En realidad la única constante de tu espacio,
Quedará para siempre en mí, doliente,
Persuadida, frustrada, silenciosa,
Quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
Tu corazón de una promesa única
En mí que estoy enteramente solo
Sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
Pacientemente agrio, de invencible ternura,
Ya no importa que use tu insoportable ausencia
Ni que me atreva a preguntar si cabes
Como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
Desgarradoramente idéntica a las otras
Que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
De mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
No tener oración para morder,
No tener fe para clavar las uñas,
No tener nada más que la noche,
Saber que Dios se muere, se resbala,
Que Dios retrocede con los brazos cerrados,
Con los labios cerrados, con la niebla,
Como un campanario atrozmente en ruinas
Que desandará siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
Todos los juramentos y las lluvias,
Las paredes con insultos y mimos,
Las ventanas de invierno, el mar a veces,
Por no tener tu corazón en mí,
Tu corazón inevitable y doloroso
En mí que estoy enteramente solo
Sobreviviéndote.