Suave
renace un aire en tus ojos
que iluminan pasos diferentes.
Los rostros enloquecidos adentro
han comenzado un descanso
un reflejo dentro tuyo que se insinúa perpetuo.
Hueles a nube
tus caricias irán calmándome.
El destino es loco y anciano
No dejará de perder
una costumbre de nosotros.
Cuando las horas pasen
no habrá memoria
y reiremos saludándonos
No hay comentarios:
Publicar un comentario